(Tomado de El Comercio)
Es uno de los ingredientes más importantes en la cocina, pero su manipulación genera algunos inconvenientes.
Usado para guisos, y en la mayoría de platos de nuestra gastronomía y la mundial, he tomado estos consejos para su mejor uso.
Al igual que la “cebolla”., el ajo es un ingrediente indispensable al momento de hacer aderezos y cuya manipulación en la cocina también genera algunos inconvenientes. Sin embargo, existen algunos trucos que nos ahorrarán más de una molestia y que evitarán, por ejemplo, que nos quedemos con este olor en las manos.
Huffington Post señala que al momento de comprar hay que elegir las cabezas de ajo que se sientan firmes y que tengan un color uniforme. Deben almacenarse en un recipiente abierto, a temperatura ambiente y separado de otros alimentos.
¿Cómo pelarlos? Se debe utilizar una cuchara para golpear la cabeza y separar los dientes. “Luego colocar los dientes en un recipiente tapado y sacudirlo con fuerza. Al abrir, la cáscara estará desprendida”, señala la publicación.
El ajo debe cocinarse a fuego bajo para evitar que se queme. Sabremos que está listo cuando alcance un color dorado. Finalmente, para quitarnos el olor de las manos debemos lavarlas con agua fría y sin frotar una con la otra. Se recomienda pasar una cuchara por las manos para que sea este utensilio el que adquiera el olor.
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